lunes, 11 de agosto de 2008

Ropa tendida en parroquia de Vitacura

La misa dominical de las 11 horas en la parroquia San Juan de Vitacura es un remanso. Los asistentes llegan a la hora, nadie se molesta por los niños que corretean por ahí, la música -aunque es con guitarra- es la adecuada a una celebración religiosa, el párroco José Sagredo espera en la puerta a su gente y siempre entra por el centro, saludando a los fieles.La mañana del 3 de agosto fue especial, sin embargo. Porque junto al altar había una muestra muy rara: un tendedero de ropa con casullas, albas y ornamentos de distintos períodos del año litúrgico. Mariana, de cinco años, se acercó para tocar la ropa. Y comenzó un pequeño desfile. Se esperaba con expectación que alguien develara el secreto. Las preguntas eran: "¿Avance de temporada para los curas?", "¿al padre Sagredo se le echó a perder la secadora?", "¿el padre ya no tiene espacio en el clóset...?".El párroco entró con su calma de siempre, saludó y comenzó la misa. Ni una palabra acerca de la ropa tendida.

Terminó la liturgia y recién entonces develó el misterio. Todos respiraron aliviados: "No es avance de temporada ni que tengo mala la secadora...", dijo Sagredo. Risas en el templo.Lo que sucedía era simplemente que el sacerdote hace un año había pedido dinero para hacer casullas que serían entregadas a párrocos de lugares sin recursos para los que es muy difícil comprar los revestimientos necesarios para hacer de manera digna una misa: cada una de ellas cuesta entre 180 mil y 250 mil pesos, dependiendo de los materiales con que se fabrique, lo que significa que para un año completo se necesita cerca de un millón. Con la colaboración de señoras de la parroquia, las vestimentas litúrgicas fueron hechas y ahí estaban ahora, justo el día previo a la fiesta de los párrocos: la celebración del Santo Cura de Ars. Sagredo agradeció a los feligreses. Muy especialmente a quienes en sus viajes a Roma, a Buenos Aires y a España trajeron algunas de las aplicaciones necesarias para los ornamentos. "Ojalá lo hagan otra vez cuando viajen", remató el sacerdote.



10 de agosto de 2008

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